martes, 18 de marzo de 2008

Comentarios para reactivar la conversación

Hola colegas,
He leído con detenimiento sus aportaciones y si bien en general estoy de acuerdo, tengo mis reservas en varias cuestiones. Enseguida, voy a utilizar la propuesta de Toño, como plataforma para aportar mis comentarios ( en azul)

-El postgrado en Retórica es un instrumento?? que nos permite consolidar un campo de investigación que históricamente ha sido excluido de las instituciones universitarias.-Asimismo, puede constituir una opción, dentro del campo de las Humanidades, para todos aquellos profesionistas que requieren dar soluciones específicas a problemas de índole discursiva. Esto es, existe un amplio espectro de profesionistas que dirigen y/o realizan acciones orientadas a la creación de discursos persuasivos. En ese sentido, considero que por su propia naturaleza, la Retórica puede proporcionarles el campo epistemológico que les permita explicar y sistematizar dichas acciones.

Creo que, en su mayoría, los y las profesionistas – e.i. publicistas, diseñadores- que se dedican a la creación de discursos persuasivos, lo que buscan es mejorar sus técnicas para que el mensaje sea más efectivo, pero dudo mucho que les interese explicar y sistematizar dichas acciones. Esto no significa que la cuestión epistemológica esté ausente, pues la se daría la construcción del un conocimiento X pero a quien beneficiaría? Es riesgoso pensar en la retórica de manera instrumental o funcional. Para estos podemos organizar talleres o seminarios.-

El postgrado cooperaría de manera relevante a la creación y el desarrollo de líneas de investigación que no han sido exploradas. Sabemos, por ejemplo, que los estudios de retórica han sido restringidos a los de estilística literaria. Un síntoma relevante de lo anterior es que en la UNAM, la retórica está refugiada en el Instituto de Investigaciones Filológicas. Pero también, en el caso de las distintas licenciaturas que habilitan a estudiantes para el dominio de algún tipo de práctica discursiva, como el diseño industrial, el diseño gráfico, la comunicación audiovisual, etcétera, la retórica es una suerte de pieza de museo y su estudio es categorizado como un tema de cultura general.
Esto es un problema que se tiene que abordar con un programa escritura que atraviese la curricula; esto lo aborda NMSU con un programa de escritura llamado retórica y composición para los de primer ingreso, y la de escritura técnica, escritura para las ciencias sociales y las humanidades para intermedios. Las clase de redacción quedaron eliminadas. Por tanto, tampoco es problema del posgrado, sino de la currícula de las universidades.

Considero que el postgrado debe plantearse como un espacio de investigación sobre las diversas prácticas discursivas y donde la tradición retórica sea vista como el instrumento que permite el abordaje crítico de dichas prácticas. Totalmente de acuerdo, aunque me sigue haciendo ruido la palabra instrumento JEl postgrado, por la propia naturaleza de la retórica, debe tener una estructura intradisciplinaria pero también interdisciplinaria. Esto es debe profundizar en las fuentes teóricas de la propia retórica, pero también en disciplinas asociadas, tales como, las ciencias cognitivas y otras áreas de las propias humanidades, tales como, la hermenéutica.

Estoy de acuerdo y gran parte de la riqueza de la interdisciplinaridad se la darían precisamente las diversas disciplinas de los y las aspirantes. Por ejemplo, en el programa que yo realicé, todas/os llevábamos distintas maestrías, aunque todas dentro de las Humanidades y las Ciencias Sociales, no veo por que no pueden entrar quienes tengan una maestría en Diseño o arte.
El o la que aspire a un doctorado de este tipo, deberá por lo menos gustarle leer y escribir y mucho.
También creo que lo atractivo serían las especialidades del programa. Por ejemplo, una especialidad en retórica e imagen o procesos audiovisuales. Creo que no importa cual sea su especialidad, lo importante es que tenemos que partir de que queremos formar investigadores/as de los procesos retóricos y no políticos y publicistas más poderosos.
-Considero que es altamente probable que exista un pequeño núcleo de personas interesadas para cursar un doctorado en retórica. Me refiero a aquéllos que han sido alumnos de la maestría en diseño gráfico de la UIA León y de la maestría en tipografía del Centro de Estudios Gestalt. Asimismo, existen alumnos con maestría en áreas de diseño, que se encuentran en busca de cursar doctorado. Digo lo anterior porque creo que sólo en el campo del diseño, encontraríamos gente interesada.
Yo creo que con el llamado giro linguistico y cultural existe mucho interés en doctorados centrados en estudios del discurso. Si bien la demanda y la inscripción al programa puede ser un problema, creo que depende de cómo lo vendamos, pues hay mucha gente interesada en los estudios del discurso público y político que abarca absolutamente todas las disciplinas incluyendo las ciencias exactas.

-Un problema que enfrentaremos es que prácticamente en ningún programa de licenciatura los alumnos revisan contenidos vinculados a la retórica. Igualmente, es muy común que tampoco se aborden en maestrías, excepto las dos mencionadas en el párrafo anterior.
Con base en lo anterior enuncio a continuación una primera propuesta de maestría.

No considero necesaria la maestría para abrir el doctorado, y menos una maestría profesionalizante, pues generalmente este tipo de maestrías tienen un enfoque funcional y utilitarista. Además, corremos el riesgo de formar dogmáticos-as. La exploración o investigación de la retórica es inductiva, no deductiva, ni prescriptiva. Lo maravilloso del estudio de la retórica es precisamente su complejidad.
Creo que las líneas curriculares propuestas para la maestría deberían ser la del programa doctoral. Un doctorado en Retórica tiene que tener una plataforma teórica muy fuerte, precisamente para poder formar doctos en el estudio de la complejidad de las prácticas discursivas. En este sentido, sí es un doctorado elitista, pues requiere de candidatos/as ya de por si interesados en la lectura crítica de la teoría existente, así como en construir teorías innovadoras.
Programa doctoral
Y bueno creo que las líneas curriculares del programa doctoral propuesto están muy bien planteadas. Insisto que demos ofrecer áreas de especialidad en cada una de las líneas, no sólo con el fin de hacer más atractivo el programa, sino con el objetivo de ir facilitando el enfoque de la investigación doctoral.

2 comentarios:

antonio rivera dijo...

Clara, he leído tus comentarios. Me regresas al punto con el cual empecé mi última discusión con Ozuna, Tapia y Esqueda. Yo soy de la idea que puede plantearse sólo el doctorado, que la maestrái no es condición necesaria para el buen desarrollo de éste. Creo que tenemos un primer acuerdo importante con las líneas curriculares del doctorado.
En fin, será importante que ahora intervengan los tres mencionados líenas arriba.

Clara E. Rojas dijo...

Si, creo que es pertinente esperar la participación de todo@s. Sin embargo, me quedé pensando que debemos construir un "Doctorado en Retórica Contemporánea", sustentado por la retórica clásica y otras teorías del discurso,sobretodo las de comunicación. Además considero que debemos ser innovadores y contextualizar el programa a las necesidades como latinoamerican@s, más que en programas estadunidenses. Esto no significa que no aprendamos de su experiencia, el problemas es modelarlos.
Otra custión es que también contamos con el Dr. Ricardo Vigueras Fenández, quien es un estudioso de la retórica. Actualmente trabaja la retórica del cómic. Así como con el Dr. Eduardo Barrera con estudios del discurso de medios.